6/25/2008

Hipótesis breve sobre la narración


¿Reflexión del yo, poesía o narración? En lecturas no profusas pero varias de los textos contemporáneos y/o jóvenes de este pedacito de tierra, siento una predominante tendencia a la reflexión del yo (me incluyo en esta tendencia, y ahora dudo de ella).

Incluyo en ella la existencia de matices de poesía en la prosa, prosa que a veces se deja llevar por la musicalidad misma de las palabras, sus colores e imágenes, pero no así por una tensión dramática o de relato. “We’re going nowhere” cantaba Gilmour en la pieza de Pink Floyd.

¿Será porque en esta tierra están debilitados los simbolismos colectivos (Hola Juventud, por ejemplo) y los que tenemos son foráneos, y nos aferramos a lo más próximo que aún no se despega de nuestra esencia, el yo?

Creo que tal vez por ello podríamos haber restado algo al oficio de contar cosas, y pasamos a contar el 1, 2 y 3 del yo.

Como dije es una hipótesis.

Por un rato, mejor escribir contra uno mismo.

En la imagen, el autorretrato del Gran Masturbador.

6/15/2008

Mind the gap



"Entre los países desarrollados, los que tienen una mayor esperanza de vida son los más igualitarios, no los más ricos" afirma el inglés Richard Wilkinson en su libro Las Desigualdades Perjudican, en inglés con el título más sugestivo de Mind the Gap, apelando al llamado persistente de la voz del metro londinese que pide cuidado al descender hacia el andén para evitar que la gente se quede prensada en el hueco intermedio.

También dice Wilkinson: "Numerosos estudios nacionales e internacionales muestran que hay una fuerte tendencia a la alza en los índices de homicidios en los países donde se observa una mayor desigualdad".

No es esta una oda a igualitarismo, pero sí un llamado de antención a las sociedades, como la nuestra.

Nos tiene asustados el tema de la seguridad, para ello basta reparar en las prisiones de navajas afiladas y portones tras las cuales vivimos.

Pero no es solo un tema de más policías, más cárcel y más penas como esgrimen los reduccionistas. El tema tiene que ver con el conjunto de la sociedad y la economía.

No pretendo jugar de economista, pero gente más entendida como Jeffrey Sachs (en su libro El Fin de la Pobreza) argumenta, entre muchas cosas, que es vital la función del sector público para luchar contra la pobreza -y la desigualdad agregaría yo.

Sachs pone énfasis en 5 sectores: capital humano (salud, educación, alimentación), infraestructura (carreteras, energía, agua, conservación del medio ambiente), capital natural (conservación del medio ambiente, la biodiversidad y los ecosistemas) capital público institucional (administración pública, sistemas de justicia etc) capital intelectual (investigación científica en diversos campos).

Repaso estos rubros y siento con tristeza que en América Latina, y en el caso específico de Costa Rica, nos estamos pelando el culo como los grandes.

Le quitan el agua a la gente de Sardinal, no se invierte ni el 5% del PIB en educación, el gobierno prefiere las minas a cielo abierto que proteger los ecosistemas, crisis alimentaria y el Gobierno de sigue de brazos cruzados, la administración pública mantiene una pásima reputación entre una ciudadanía hastiada, en investigación tenemos un gran cero, etc. etc. etc.

En fin, Mind The Gap, porque el hueco de la desigualdad es el que podría matarnos.



Nota mental: reflexionar por qué la política como genero literario apesta...

6/01/2008

Más libros que vida...


Las últimas semanas han sido de gratas coincidencias y encuentros en lo literario.

Intercambié un café con Guillermo Barquero, de quien leo ahora "La Corona de Espinas", a ambos se nos mete la idea y estamos empujando para hacer un taller (prosa, dicen que los poetas ya tienen sus espacios). Guillermo también me cuenta de su proyecto con Luis Murillo y me entusiama.

Con Warren, el literófilo, intercabiamos letras en el chat de google, inquietudes similares, conclusión similar que con Guillermo, unión.

Vi a la Laura Fuentes, la de Cemeterio de Cucarachas, lee ella en una actividad y la gente aplaude y ríe con su ironía. Coincidimos en la necesidad de tomar un café.

Semanas atrás en La Buca veo a Chinchilla (para el resto del mundo Esteban, www.tierra-blanca.blogspot.com/) y de nuevo quedamos en que hay que hacer algo con la prosa y el relato.

Hablé con Chase para agradecerle su reseña de mi Cornelius (http://www.prensalibre.co.cr/2008/mayo/29/abanico10.php), tipo muy agradable. Y el congresista y compañero Sergio Alfaro escribió en la República diciendo "Todos somos Cornelius Brown".

En la librería de autores nacionales compro "La ruta de su evasión", ya que el enigma de la Gran Novela Perdida de C. Cortés me genera un curiosidad al estilo chisme, y de paso topo con "Las cosas que nunca te dije" de Heriberto Rodríguez. También topé con Durán Ayanegui, pero en carne y hueso, y me asegura que a su pesar, la UCR cerraría dentro de un año ese único espacio para los nuestros escritores (más de 4 mil títulos nacionales). Vislumbro que no solo nos tendremos que unir para compartir creación, sino también para amotinarnos.

De Colombia recibí "El Soñador" de Camilo Bogoya, bohemio amigo que espero también leer, pero como dice el título de esta entrada, es un tiempo cuando siento que hay más libros que vida o en realidad más libros que tiempo para leerlos. Por eso es tan importante el trabajo de reseña, como el que hacen murillo (www.depeupleur.blogspot.com/) barquero (sentenciasinutiles.blogspot.com) y literófilo (literofilia.ticoblogger.com/), para discernir pero principalmente para conocernos.

Tal vez vos que mirás estas letras sos uno más de nuestra generación, también escondido, esperando para emerger... tomémonos un día un café...


En la foto, Yolanda Oreamuno.