10/13/2008

Irresponsabilidad soberbia


Desde lejillos, leo por internet el interés con que la prensa sigue la candidatura de Laura Chinchilla y otros en el PLN (a esos se les da menos bola).

OJO, estamos todavía en 2008. ¿No le queda a este gobierno mucho por hacer y muchos campos en los que debe demostrar?

Esta irresponsabilidad (tanto de quienes lanzan las candidaturas prematuramente como de los interesados mediáticos en posicionarlas) solo la explica la soberbia.

El poder político debería ser un medio para mejorar (en este caso a CR). Pero seguir en el poder, sin otra razón que el poder como fin en sí mismo, lo que revela es la ideología de fondo de este grupo.

No importa que las cosas sigan igual, pero no soltaremos el churuco.

10/04/2008

En Tránsito


Colgó el auricular del teléfono público del aeropuerto y mientras lo hacía trataba de poner remedio en su mente a cuál sería la mejor manera de darle la noticia. Abrió el zíper de su maleta, donde cargaba el alma de su amigo y una vez descubierta una hendija lo escuchó preguntar.

―¿Qué dijeron?
―Dijeron que hace pocos minutos el cuerpo murió― había decidido decirle las cosas de manera directa y veraz.
―!Significa que funcionó! mi cuerpo puede estar muerto pero aquí sigo conciente― profirió ansiosa y positiva la voz dentro de la maleta.
―Será por poco tiempo. Aunque huyamos de zona horaria en que espiró el cuerpo ―se esmeró en decir el cuerpo y no llamarle por tu― tarde o temprano también te alcanzará. Restan aproximadamente siete horas.
―Sigo condenado.

El que cargaba la maleta no puso atención a esta última frase, sino que se preocupaba por como proceder a continuación. Qué se puede hacer en las últimas siete horas de un alma en pena. ¿Seguir huyendo del huso horario para sobrevivir? ¿Sentarse frente al mar o en una montaña para buscar un final y una experiencia trascendental o suavemente asfixiar el alma del amigo para evitarle la zozobra?

―¿Qué quiere hacer ahora? ―compartió su preocupación con el que estaba enmaletado.
―Has sido muy bueno conmigo, al punto de que estemos hoy aquí.
―No ha sido nada...
―No diga eso, lo hace sonar como deber.
―¿Qué quiere hacer? ― repitió con algo de culpa por insistir en el tema.

Estaban en medio de la terminal del aeropuerto, la gran parte de la gente caminaba con equipaje, otros limpiaban el piso o chequeaban boletos. Escuchó de nuevo la voz de su amigo desde la oscuridad del bulto, entre llamados de vuelos y recordatorios de seguridad.
―Tal vez nos podemos quedar aquí. Nos sentamos en una banca. Es un aeropuerto y si preguntan podemos decir que estamos en tránsito.