8/26/2008

Edición de libros en CR: una vieja lucha

“Un autor que edita 500 ejemplares de una obra, pasa apuros con ella. No es por lo que dice la crítica, sino porque 500 ejemplares tornan mucho campo en la casa y es preciso salir de ellos. Pero para salir de ellos no hay nada más que dos procedimientos: la incineración o el obsequio.”

José Marín Cañas. Periódico La Hora. 23 de noviembre de 1935

"En efecto, publicar un libro en Costa Rica, si no se es rico y si se tiene en mira sacar siquiera los gastos de impresión, tiene que ser visto y compadecido como un acto de verdadera locura".

Mario Sancho. El Repertorio Americano, Tomo XXVIII, Año XV, No. 669, 3 de febrero de 1934.

"En Costa Rica resulta más difícil deshacerse de un libro que hacerlo"

Clorito Picado. El Repertorio Americano, 3 de febrero de 1934.

Estas citas de costarricenses célebres tomadas de documentos con más de 70 años de antiguedad, citados a su vez en el excelente artículo El Infierno Verde: las estrategias publicitarias de un folletín de Alexander Sánchez Mora, muestran cómo la lucha editorial en Costa Rica no es ni remotamente una lucha reciente.

El tono de estos costarricenses es de crítica, pesimismo o burla de esta situación. ¿Será la culpa de nuestro pueblo alfabetizado pero ignorante? ¿De las corrientes externas más atrativas y enajenantes? ¿Es la falta del apoyo estatal, de la empresa privada o el pecado determinista de contar con un mercado interno limitado?

A quién le importa... yo por mi parte hoy me quiero sentir optimista, y pienso -tal vez como la hormiga agarrada a la oreja del elefante- que estamos ganando la batalla, porque seguimos en ella después de tantos años.

¿No son los dilemas de estos escritores muy similares a los que afrontamos en presente? y sin embargo ahí seguimos -persistentes- en el acto loco diría Sancho (el cartaginés) de publicar libros en Costa Rica. Creo que en esta lucha no debe haber culpas ni complejos.

Nuestro deber es seguir adelante, y seguir y seguir... no hay excusas. Como decía antes, me siento optimista y razón de ello son los muchos libros que se presentan en el país, y los muchos que quedan por presentarse por lo menos en lo que resta de este año.

PD: En la foto José Marín Cañas.


8/20/2008

Literatura y guerra: El caso Santiesteban


La guerra es el estado natural de la humanidad. O por lo menos así se desprende de la lectura de la historia humana desde hace por lo menos 13 mil años. Desplazamientos de poblaciones, conquista, muerte, hibridación, héroes o antihéroes según el historiador etc.

Nuestra modorra cotidiana —de violencia controlada y lejana vista por imágenes de allanamientos, drogas, atropellos, violencia doméstica etc.— nos mantiene con la idea de que vivimos en paz pero con inseguridad.

Sin embargo en el mundo actual hay más de 30 guerras abiertas en cuatro continentes.

La situación límite de la guerra muestra a las personas en su condición humana o en la pérdida de esa condición. Ese es el caso de Sur: Latitud 13 del escritor cubano Ángel Santiesteban Prats (La Habana, 1966).

Siendo tantos los conflictos, para el mundo es fácil olvidar la “aventura” cubana en Angola durante los ochenta, inmiscuyéndose en una terrible guerra en el continente africano. Pero los cubanos que visitaron ese infierno no lo pueden olvidar.

Relatos de reclutas, de combatientes convertidos unos en violadores y bestias, otros en mártires y creyentes de la mejor fe disponible y que los pueda salvar, narraciones de las pesadillas que hacen insoportable el regreso a casa, de la mutilación y del sinsentido son el núcleo de este retrato humano. Retrato de guerra.

Este autor cubano fue galardonado por esta obra con el Premio UNEAC de cuento en 1995 (titulada para la ocasión como Sueño de un día de Verano), y más recientemente recibió el Premio Alejo Carpentier en el 2001 con su libro Los hijos que nadie quiso, y el premio Casa de las Américas en 2006 con el libro de cuentos Dichosos los que lloran.

Cubano en Cuba, cubano crítico y librepensador, cubano controversial. Sus obras, desdichadamente son difíciles de encontrar, por ello agradezco la plática de poco menos de 30 minutos que tuvimos en República Dominicana —entre el lobby y el bus—.

PD: Los ticos no estamos exentos de relatos bélicos. Por ejemplo, la crónica Coto de José Marín Cañas que relata la derrota de una tropa costarricense—16 muertos— durante el conflicto limítrofe con Panamá en 1921, o El infierno Verde que relata —y en el caso de Marín Cañas, se imagina a la distancia y con información periodística— la Guerra del Chaco. De la gesta de 1856 sé que hay un cuentario, del 48 debe haber material literario derivado, el cual como casi todo lo demás, desconozco.

8/11/2008

El Cairo de Naguib Mahfuz


Invitado por un precio de ocasión y la etiqueta de Premio Nobel, pero sobre todo por la portada de una fotografía blanco y negro y de fuerte contraste de una bella mezquita fue que adquirí la obra de un egipcio que para mí hasta ese momento era un completo desconocido.

Si bien la obra “El nuevo Cairo” no es uno de sus texto más citados o referidos, me impresionó la agudeza con que Naguib Mahfuz (1911-2006) describe comportamientos humanos —la envidia, la ambición y la traición— en el marco de la cultura árabe y egipcia así como con los matices que incorpora el Islam, pero con la cualidad de que se convierte en un texto universal y no particular de los años treinta del siglo pasado en la ciudad del Cairo, escenario del relato.

Personajes de diferentes perfiles que reflejan visiones de mundo (el socialista, el musulmán proclive a la causa árabe, el periodista, y el ambicioso etc.) interactúan no como un fin en sí mismo, sino como impresiones del ser humano, tan bien logrado que —en mi caso personal— llegué a simpatizar con el villano-héroe del relato.

Un grato descubrimiento, en mi caso, de este el primer Premio Nobel de lengua árabe. Veremos con qué otras obras de su legado nos sorprende.

PD: ¡Tantas cosas (amigos, actividades, actitudes y prácticas) que he dejado olvidadas y que pronto espero retomar!