3/08/2008

Don Oscar y Maiden


Ha sido costumbre del presidente Arias recibir en su residencia no solo a dignatarios de otros países sino que también ha abierto su puerta a diversos artistas y a las cámaras para retratar esos encuentros.

Ha sido así como figuras de la talla de Joan Manuel Serrat y más recientemente Mercedes Sosa han desfilado por la casa de Rorhmoser.

También artistas como Alejandro Sanz, Ricki Martín han pasado por la casa del Presidente; inclusive la estrella de cine Mel Gibson llegó chancletudo a la casa del boulevard para hablar de negocios y de Guanacaste.

Sin embargo, debo confesar que una acción, o más bien omisión del Presidente Arias, me ha dejado insatisfecho y diría, mal representado como costarricense. Hasta cierto punto, indignadillo. Cómo es posible que si una de las bandas de rock más legendarias del planeta como Iron Maiden visita nuestro país, ¿el presidente no los recibe?

Algunos podrían argumentar que la música de Maiden desata locura en las masas de roqueros, pero no es acaso similar el efecto que Sanz y Ricki Martín producen en las turbas de mujeres desaforadas, capaces de estragos inconmensurables.

Podrán personas como Serrat y la señora Sosa tener gran fuste, pero no olvidemos que los Iron Maiden vinieron en su propio avión (wow!!!) piloteado por ellos mismos, y que además de headbangear o roquear, gustan del esgrima, la historia y del fútbol. ¿No eran dignos de que el presidente les enviara una invitación a estos coterráneos de Churchill? (“Más meritorios que Maripepa”, diría algún malpensado)

¿Desaliñados tal vez? Pues eso no fue obstáculo para recibir al Corazón Valiente Gibson, quien cuentan las malas lenguas que en esa cita se lució más su Hedor Valiente, ya que llegó salido de la jungla y sin escala por la ducha.

¿Disturbios sería? Pues los fanáticos de Maiden demostraron en el concierto ser a demás de camisas negras, personas civilizadas y menos ingratos que los escuchas de Sabina y Mercedes Sosa, quienes una buena concertina de rechiflas y consignas le propinaron a don Oscar.

Entonces ¿por qué Arias no invitó a Maiden? Si no era tan difícil como pedirle que invitara a Ottón Solís.

Será que los estudios de audiencia le señalaron que extender aquella invitación no era popular. Será que la canción The Trooper le resulta belicosilla al presidente, o que su mandato se pude haber sentido aludido por otro éxito musical de la banda, como Wasted Years.

En fin, sea como sea no se le pueden pedir peras al olmo, o que el presidente entienda y me represente en este tema cultural a mí o a los otros 25 mil que gritamos con Maiden.

4 comentarios:

Homo surfus dijo...

Excelente post!
Yo también esperaba un cafecito de Arias para los Maiden, que están menos degarbados que su ministro de Educación. Digamos que antes del concierto le dió taco arriesgar esa movida, pero viendo el comportamiento ejemplar de los 27,000 (yo creo que vos contaste mal) no debió desaprovechar para taparle la jeta a más de un pandereta.
Yo también estuve en el "Concierto de Nuestras Vidas"!!
RUN TO THE HILLS..!!!

Heriberto dijo...

Aunque te digo que estaba mejor Maripepa.

Abali Flor dijo...

Formidable, mi querido Camaleón. Me quitaste las palabras de la boca, pues opino exactamente lo mismo. Pero en fin ¿Qué más se podría esperar? Por dicha que los chicos Maiden no tuvieron que contaminar sus botas en aquellos lados de Zapote, pues los artistas que "desfilan" por allá generalmente caen en mi desagrado.

dramaxio dijo...

up the irons!!!!!!!!!!!!