5/17/2008

Regalos de Nash


No me lo preguntan, pero estoy afónico, por resfrío, por acostarme a las dos de la mañana preparando el plan del curso de la U y por dar la primera clase en una sala helada con aire acondicionado.

Y aunque creo que no abuso mucho del acto de hablar, me siento espectador del mundo y me siento limitado. Gracias a Nash por los regalos del martes:

"No concibo un mundo en el que se crea en Jesucristo al mismo tiempo que el fin último es acumular capital"

"Más que nuevas formas de producción, hay que evolucionar una nueva moralidad humana"


¡Albricias por el encuentro! diría Calbuf. En la foto, papá Jared Diamond, también presente esa noche en Omar Kayan.

5/03/2008

La Tiquicia de Brenes Mesén


Somos un país en el cual la lucha por el descenso en el fútbol es mil veces más emocionante que la contienda por el campeonato: Cartago siempre tratándo de salvarse y el "glorioso Deportivo Saprissa" (dicen sus fanáticos) muy superior a todos los demás.

Somos el país donde el presidente sale bien calificado por la opinión, al mismo tiempo que la electricidad sube hasta en un 75%, sube la inflación, se aprueba de nuevo la minería a cielo abierto, donde las calles son un reflejo triste de nuestro subdesarrollo (espiritual) y los congestionamientos viales ya son más un problema de salud mental que de vías.

¿Será que nos hemos acostumbrado a la mediocridad, que las encuestas no nos lo dicen todo, o que simplemente me estoy conviertiendo prematuramente en un viejo cascarabias?

De República Dominicana me traje una joyita llamada "Las Teorías Literarias en América Hispana" de Manuel Matos Moquete, que además de que fue premio de ensayo en el país insular es un texto muy relevante y agradable.

Ahí se menciona a "Las Categorías Literarias"(1923) del costarricense Roberto Brenes Mesén, como uno de los primeros esfuerzos serios de la región por teorizar el quehacer literario de América. Si bien empezamos a la cabeza y al principio lo hicimos bien, en este campo también caimos en el rezago.

Pero eso no es culpa de Brenes Mesén, que más bien me generó orgullo al verlo citado.