4/27/2011

A su Majestá, el Dalia Lama





Estimado Sr. Lama:

Esta Semana Santa que recién pasó, lo tuve muy presente.



Confieso que fue porque vi “El Pequeño Buda de Bertollucci” y “Siete años en el Tibet” con Brad Pitt en su versión más macho ―en cuanto a tinte y virón―.
Estas pelis me recordaron lo buena nota que son ustedes los tibetanos, así, pacíficos pero de a de veras, “con jundamento” hubiera dicho una antepasada.

Si a los cristianos nos piden poner la otra mejilla, pues ustedes ponen la otra mejilla y el cuerpo entero, y no pierden la paz interna. ¡Se quedan más cool que Shaft!

Y aunque es nada más y nada menos que China el matón que al que ustedes se le plantan, pues no dejan de usar sus las defensas de la paz, el amor, el entendimiento y la autoridad moral. Así como a lo hippie pero sin la greñas ni la mota ¡Así o más tuanis!


La vara es que me puse a pensar: “Di, Dalai, si sos master en combatir invasiones foráneas, con más de seis décadas de pleito con los chinos... ¿por qué no ayudás en el despich de Calero?!!! Así como mediador de honor o algo.


Sí, ya sé que te pateamos por Detroit, cuando la Paloma de Oscar no te dejó venir a visitarnos, carboneado por los mismos chineses, a cambio del super mega estadio-joya-arquitectónica tan chiva donde Messi no jugo, Hannah ganó, y Shakira se meneó. Pero vos más que nosotros sos bueno pa perdonar, así que, perdonanos (en especial a Oscar) y echanos una manita con Calero.


Tal vez vos nos podés dar un poco de “junadamentos” pa ese miche. Es que nosotros nos vestimos de blanco, y tiramos a los chiquillos a marchar a medio día, pero a decir verdad, yo creo que ni tenemos claro porqué eliminamos el ejército.


Y si bien hablamos de paz, ahí pasamos dándonos de mecos con la doña, que bajonazos, que secuestros, que el narco aquí, que los sancarleños y los heredianos se matan en el estadio, matándonos borrachos en la calle, que la quema de Judas etc. etc. etc, “Paz éste... ¡mírela!” diría más de un saprisista.


Diay mae, usted sabe como es... Al ratón teus nos echa un poco de filosofía sobre la paz, y ahí le vamos agarrando el toque a la vara. A llevar la cruz con alegría... en fin vos entendés...


Bueno mae, se despide su servilleta. Cuidate y ahí me decís si te das la vuelta. Yo creo que Laura sí te deja entrar.

PD: de paso, si vas a una de esas conferencias de líderes religiosas super pichudos de, esas que a veces hay, decile a Benedict que se deje de varas con el condón, la marihuana y los in vitro y que pare la joda contra los maricones!!!

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